Ingredientes: (Salen unos 13-14 bollitos de 100gr)
-800gr de harina de uso normal
-200gr de harina de trigo duro
-5gr de levadura seca
-100gr de aceite de oliva virgen extra (se puede hacer también con manteca de cerdo)
-600ml de agua tibia
-20gr de sal
Elaboración:
-Mezclar en primer lugar las dos harinas que vamos a utilizar.
-Lo siguiente que incorporaremos será el aceite de oliva, la sal y sin llegar a tocarse la levadura desmenuzada. (Yo la puse en la amasadora y fui haciendo el paso a paso por foto).
-Cuando lo tengamos todo movemos y homogeneizamos. Y añadimos parte de agua y la otra la mezclamos con la masa madre.
-Hay que tener en cuenta que es una masa con una hidratación de 65%. Hay que amasarla hasta que este homogénea y elástica.
-Hay que taparla a ras de la masa y dejar reposar durante 2 horas.
-Una vez fermentada y reposada, desgasificamos un poco y la dividimos en bolas de 100 gramos cada una. Cuando tengamos la bola, la aplastamos con la mano (o con el rodillo) pero dejando un grosor de un centímetro y darle una forma ovalada (como un riñón). Dejarlas reposar durante 15 minutos en un paño con harina espolvoreada y tapados con otro paño.
-Una vez reposó lo metí en el horno con mucho cuidado ya que preparé las bandejas con papel sulfurizado con algo de harina, y puse los molletes sin que se pegarán pero a veces no se puede hacer otra cosa y al fermentar se juntaron. Después se separan bien y no quedan feos. Lo importante es que estén buenos.
-Como veis en las fotos de arriba, la ayuda de fermentarlos en el horno sin humedad ninguna sólo calor arriba y abajo a 70-80 grados durante 1h y 30 minutos.
-Ya el último paso, y con el que tienes a toda la familia detrás del horno deseando robar alguno. Se hornea a 250 grados, pero mi horno es bastante viejo y por controlar más el pan lo hornee a 200 grados durante 15-20 minutos. Lo ideal en este caso al ser una masa húmeda es que la corteza en este caso no será dura, pero la base del pan cuando la golpeéis sonará a ¨tambor¨
-Yo cuando terminó los puse improvisadamente en una rejilla (tapados con un paño seco), donde se enfriaron, y donde desaparecieron varios... jeje. Para que me durasen más en está cuarentena, los metí en bolsa de plástico (para congelar) y los guardé dos por bolsa.
-Su corteza es tierna, su miga es suave, muy rico.
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